En el mes de noviembre, Brasil recibió una excelente noticia en cuanto a su economía se refiere. Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la tasa de desempleo cayó a un 6,1% en el trimestre encerrado, alcanzando su menor nivel registrado en toda la serie histórica.
Este es un logro significativo para el país, ya que representa una disminución de 0,6 puntos porcentuales en comparación con el trimestre anterior y de 1,3 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año anterior. Además, es importante destacar que esta es la primera vez en cuatro años que la tasa de desempleo se ubica por debajo del 6,5%.
Este resultado positivo es el reflejo de las políticas económicas implementadas por el gobierno, que han permitido una recuperación gradual del mercado laboral. Desde el inicio del año, se han creado más de 1,7 millones de puestos de trabajo formales, lo que representa un aumento del 4,3% en comparación con el mismo período del año anterior.
Uno de los sectores que más ha contribuido a la disminución del desempleo es el de servicios, que registró un crecimiento del 1,7% en el trimestre encerrado. Esto se debe en gran parte a la reactivación del turismo y la hostelería, que han sido duramente golpeados por la pandemia del COVID-19. También se observa un aumento en la contratación en el sector de la construcción, que ha registrado un crecimiento del 3,9%.
Además, la tasa de subempleo también ha disminuido, pasando del 13,7% en el trimestre anterior al 12,7% en el trimestre encerrado. Esto significa que cada vez hay menos personas que trabajan menos horas de las que desean o que están en busca de un empleo adicional.
Otro dato positivo es que la tasa de informalidad también ha disminuido, pasando del 38,4% en el trimestre anterior al 37,2% en el trimestre encerrado. Esto significa que cada vez hay más personas trabajando en condiciones formales, con acceso a beneficios y protección social.
Estos resultados son una clara señal de que la economía brasileña está en camino hacia una recuperación sostenible. A pesar de los desafíos que aún enfrentamos debido a la pandemia, el país ha demostrado una gran capacidad de resiliencia y adaptación. Además, las medidas implementadas por el gobierno han sido efectivas para impulsar la creación de empleo y mejorar las condiciones laborales.
El gobierno continúa trabajando en la implementación de nuevas políticas para estimular el crecimiento económico y la creación de empleo. Entre ellas se destacan la reforma tributaria, que busca simplificar el sistema impositivo y atraer inversiones, y la agenda de privatizaciones, que busca reducir el déficit fiscal y mejorar la eficiencia del sector público.
También es importante mencionar que, a pesar de la disminución del desempleo, el país aún enfrenta desafíos en cuanto a la calidad del empleo. Muchas personas todavía trabajan en condiciones precarias y con bajos salarios. Por lo tanto, es necesario seguir trabajando en políticas que promuevan un crecimiento económico más inclusivo y sostenible.
En resumen, la caída de la tasa de desempleo a un 6,1% en el trimestre encerrado es una excelente noticia para Brasil. Este resultado es el reflejo de la recuperación económica del país y de las políticas implementadas por el gobierno para estimular la creación de empleo. Sin duda, es un paso importante hacia una economía más fuerte y un mercado laboral más sólido.